El esfuerzo de los hinchas en viajar más de dieciocho horas en bus a Cutervo valió la pena. El esfuerzo de ir a gritar a Matute cada gol, o lamentar cada tanto errado también. Y es que eso es Alianza Lima que a base de corazón pudo adueñarse del Torneo Apertura y proclamarse campeón luego de empatar sin goles a más de 2600 metros de altura ante Comerciantes Unidos.
Como durante toda la primera mitad del torneo, Leao Butrón fue la figura en Cutervo, fue la muralla que ayudó al equipo en tener la confianza que la portería estaba cerrada para los remates de Tragodara, Pérez o Bogado.
La defensa íntima también hizo lo suyo. Cada remate a su arco era bloqueado por Godoy, Cossío o Garro. Y aunque el control del partido lo tuvo Comerciantes Unidos, el cuadro victoriano se batió a muerte para que el grito de gol no esté presente en Cutervo.
Pese a ceder el balón al dueño de casa, Alianza Lima estuvo cerca de anotar por medio de la pelota parada. Aldair Fuentes de cabeza hizo levantar a los hinchas ‘grones’ de sus asientos. Para su mala suerte, el balón pasó cerca del arco de Rosales.
La segunda mitad no cambió mucho para los victorianos. El control del balón lo tenía Comeriantes, pero la experiencia de manejar los tiempos lo tenía el cuadro de Pablo Bengoechea.
Cruzado, Ramírez y Aguiar manejaban el medio campo, mientras que Lionard Pajoybuscaba la falta cerca al área de Exar Rosales. Los victorianos tuvieron tres balones de peligro que pasaron a ser solo estadísticas.
Bogado fue la pesadilla de la defensa íntima. Tuvo hasta tres ocasiones de gol sobre el arco de Leao Butrón. Sin embargo, el golero íntimo volvió a demostrar porqué es el mejor jugador del Apertura.
Al final, la paridad fue suficiente para que Alianza Lima tenga en el bolsillo la mitad del título nacional, logro que no obtiene desde la temporada 2006. (Fuente: Hugo Barrios/Líbero. Foto: Alonso Chero/El Comercio).