En sus inicios, las Rondas Campesinas, se constituyó en una de las mejores organizaciones sociales, que tuvo su origen en Cuyumalca, expandiéndose luego en la provincia, la región y el país.
Chota, se enorgullece de ser la cuna de su fundación, por ser una organización ejemplo de justicia campesina y que en sus albores fue digna de toda honra, porque erradicaron el abigeato que tenía en zozobra a los habitantes, sobro todo de la zona rural.
Atrás han quedado aquellos tiempos, en que las Rondas Campesinas imponían respeto, autoridad y sobre todo eran ejemplo de transparencia y moralidad.
Algunos malos dirigentes caen en la demagogia y el oportunismo para dizque figurar como grandes defensores de los intereses de los campesinos, cuando el fin de su figuretismo es el acomodo personal, las coimas, las prebendas y otras acciones cómplices y vergonzosas.
Mientras que otros “dirigentes” están pensando en alcaldías, regidurías, buscando apoyar a algún candidato mentiroso y demagogo que se involucra en la organización a cambio de obtener respaldo en un proceso electoral.
Es indignante, ver en los actuales, cómo ciertos dirigentes se acomodan a su manera, llegan a ocupar cargos jerárquicos, mancillando la honra de la organización, como lo ocurrido en la DISA Chota. Las Rondas, tiene como filosofía mantener su independencia y accionar bajo los principios de auto sostenimiento, además juega un rol de fiscalización respecto al accionar de las instituciones. Entonces, como alguien que está al frente de una organización y que es beneficiado con un puesto de confianza, puede cuestionar a su jefe, exigir transparencia o luchar contra la corrupción que socaba las instituciones del estado.
Sin embargo, en los actuales momentos, por culpa de malos dirigentes, han fraccionado y mancillado el nombre de esta organización que ha quedado impregnado en las páginas de la historia.
Por la salud de las Rondas, es momento que se haga una profilaxis, separando a aquellas personas que han hecho de la organización su espacio para obtener dádivas, coimas y hasta torcer la justicia hacia donde brilla el dinero.