Trágico final tuvo la tarde del viernes, 8 de setiembre, un ciudadano natural de la provincia de Chota, en la región Cajamarca, luego de que tomara la determinación de ahorcarse de un árbol en su propio centro de trabajo en el distrito de Reque, provincia de Chiclayo, en la región Lambayeque.
Agobiado, al parecer, por problemas con la justicia, Javier Bances Sánchez, de 47 años, natural del caserío de Colpamaltara (Chota, Cajamarca), le puso fin a su existencia en un establo de la localidad de Reque, a donde había llegado a laborar.
El hecho ocurrió en el sector La Esperanza y fue alertado por los propietarios del establo, cuando atendían a un grupo de clientes que llegan como de costumbre para comprar leche.
Eran aproximadamente las 5 de la tarde, cuando de pronto se percataron que en un árbol de algarrobo yacía colgado un cuerpo, comprobando que era de un trabajador del establo, informó el diario La Verdad de Chiclayo.
Al pie del cuerpo del occiso la Policía halló un manuscrito en el que se leía: “Tenías que pagar lo que hiciste, no culpen a nadie de mi muerte, me doy vuelta porque soy bien hombre».
Ello, según los agentes, guardaría relación con la investigación seguida contra el suicida en la localidad de Chota, en donde la Policía lo sindicaba de haber asesinado a Wilmer Rubio Herrera, al parecer por una deuda de 10 000 soles.
Yakelin Rodas Sánchez, representante del Ministerio Público de La Victoria, se hizo presente para el levantamiento del cadáver e iniciar las indagaciones para determinar las causas de esta fatal decisión.
EL CRIMEN
El empresario constructor Wilmer Rubio Herrera, de 40 años, fue victimado cruelmente por sujetos. El horrendo crimen ocurrió el sábado 2 de setiembre, al promediar las 8:30 p.m., en la cuadra 1 del jirón Agustín Gurria, al costado del local de la Universidad Nacional de Cajamarca (UNC) Filial Chota.
Wilmer Rubio Herrera, natural de Negropampa, distrito y provincia de Chota, se encontraba junto a su esposa en el tercer piso de su domicilio, sin presagiar que la muerte rondaba su vida. En esas circunstancias alguien tocó a la puerta y sin mayores contratiempos bajó a ver quién lo buscaba a esa hora de la noche.
Fue en esos momentos cuando abre la portada de su morada para ver quién lo visitaba, y fue atacado por sus victimarios, propinándole tres puñaladas en el pecho y cuatro a la altura de la espalda, acabando con su vida en el acto.