AREQUIPA: Decano del Consejo Regional V del Colegio Médico, Javier Gutiérrez, informó que los galenos son investigados por el Comité de Ética. Promocionaban el uso del dióxido de cloro en los pacientes con coronavirus sin evidencia científica.
Ya son seis los médicos en la región Arequipa que son investigados por el Comité de Ética del Colegio Médico del Perú, por promocionar el uso del dióxido de cloro en los pacientes con coronavirus. Así lo informó el decano del Consejo Regional V- Colegio Médico, Javier Gutiérrez. Y es que no hay evidencia científica de que esta sustancia sea eficaz contra la enfermedad de la COVID-19.
Gutiérrez sostuvo que los primeros cinco primeros procesos fueron interpuestos a mediados de junio pero que aún no hay resultados de los mismos. Explicó que están a la espera de la respuesta de los procesados, pero hasta ahora no llegan sus descargos. “No sabemos si les ha llegado la notificación de apertura de los casos por los inconvenientes que han generado en todos los servicios la pandemia”, declaró.
El galeno apuntó que han consultado como actuar en estas circunstancias a la sede Nacional. Gutiérrez indicó que antes de la pandemia estos descargos no tardaban más de 15 días en llegar y en cerca de un mes se tenían resultados. De hallarse responsabilidades en los médicos, los casos pasarán a la Comisión de Procesos Disciplinarios en donde se dispondrá una exoneración, llamada de atención verbal o escrita, suspensión de días o hasta de 2 años del ejercicio. Esto por provocar posibles daños en los pacientes.
El decano sostuvo que la identidad de estos profesionales se guardará para protegerlos. “Qué pasa sin son exonerados se les estaría dañado su imagen al publicar sus nombres. Por eso se actúa bajo confidencialidad”, indicó Gutiérrez.
Sobre el uso del dióxido de cloro, indicó que los pacientes siguen auto medicándose con esta sustancia declarada ilegal por el Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (DIGEMID). Añadió que las personas no están haciendo caso a las recomendaciones de que puede dañar órganos y que prefieren basarse en las recetas que se publican en las redes sociales. “El estado debe asumir un rol más protagónico para evitar su consumo”, finalizó.