Agentes del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) frustraron, en la madrugada del sábado, 14 de octubre, lo que aparentemente iba a ser una fuga masiva de reclusos del penal de Huacariz, en la ciudad de Cajamarca, cuando descubrieron que uno de los reos se encontraba en la zona restringida conocida como “tierra de nadie”. Solo habría tenido que trepar un muro para quedar libre.
Los relojes marcaban las 7:00 a.m. cuando unos disparos alertó al personal del INPE, pues uno de sus compañeros había descubierto al interno Max Contreras Llatas tratando de huir, luego de escalar un primer obstáculo de aproximadamente 7 metros de alto, utilizando para ello una soga de polietileno.
El director del reclusorio de máxima seguridad, Hugo Blas Leyva, quien hace dos meses asumió el cargo, señaló que lo más probable es que se haya tratado de un intento de fuga masiva. “Es posible que tras Max Contreras se alistaban para seguirlo otros presos; sin embargo, escucharon los disparos disuasivos del oficial del INPE y abortaron el plan de escapar”, precisó.
“Por las características sería un intento de huida de varios presos que habrían planificado muy bien el escape, pero pudimos neutralizarlo”, resaltó.
Max Contreras Llatas, quien en su defensa dijo que trepó el muro para recoger una pelota, está recluido en el penal de Huacariz desde hace 4 años, purgando condenado por el delito de hurto agravado. Se trata de un interno calificado como “de muy mala conducta”. Ahora, ante su frustrado intento de evasión, es posible que sea traslado a otra cárcel y su sentencia podría incrementarse.
Hasta el establecimiento penitenciario de Huacariz llegó la representante del Ministerio Público, Miriam Fernández, para iniciar las investigaciones.
INGRESO DE CELULARES
Se informó, por otro lado, que el mismo sábado, durante la revisión de las visitas a los internos del penal de Huacariz, agentes del INPE intervinieron a Olguita del Pilar Enriques Sigüenza (37), cuando pretendía ingresar dos teléfonos celulares.
La mujer fue detenida porque se mostró nerviosa, por ello se le acercó el detector de metales y se descubrió que dentro de su vagina tenía un envoltorio con dos celulares envueltos en preservativos, cuyo probable destino era el interno del pabellón N° 7, Ramírez Cruz Fernández, conviviente de Olguita Enriques.
La mujer fue puesta a disposición del Ministerio Público, para el inicio de las investigaciones del caso y posteriormente decidir su suerte legal.