Evasivo, impreciso, cortante, pero sobre todo desmemoriado, así se manifestó el ex secretario general de Fuerza Popular Joaquín Ramírez Gamarra, ante el interrogatorio de la fiscal especializada en lavado de activos, María del Pilar Peralta, quien investiga las aportaciones que recibieron las campañas presidenciales de Keiko Fujimori en 2011 y 2016. El caso se inició por una denuncia formulada el 13 de octubre de 2015, pero debido a las dilaciones de los involucrados, entre ellos el ex congresista fujimorista Ramírez, hasta el momento no concluye.
La República tuvo acceso al único interrogatorio al que hasta el momento Ramírez ha aceptado responder ante la fiscal Peralta por su participación en los procesos electorales de 2011 y 2016.
Debido a que el ex dirigente fujimorista no contestó satisfactoriamente a las preguntas, e incluso afirmó no recordar cuánto dinero había aportado a la campaña de Keiko Fujimori, la fiscal Peralta ha resuelto solicitar el levantamiento del secreto bancario y tributario a Ramírez, quien también es investigado por la fiscal Sara Vidal Vargas por presunto lavado de activos, en relación al origen de sus millonarias propiedades.
La fiscal fue directo a la yugular y preguntó a Ramírez sobre sus aportaciones financieras a las campañas de Keiko Fujimori. Su respuesta fue sorprendente. No recordaba las cifras.
-De la información obtenida de la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE), a su nombre figura haber realizado (aportes) por un total de 167 mil 404 soles a favor de Fuerza Popular. Precise si usted realizó dichos aportes y la procedencia de los mismos.
-Algunos aportes son ordinarios. Es decir, descuentos por planilla de mi sueldo como congresista (…) y las extraordinarias fueron en la época de campaña. (…) Estos aportes proceden de mis cuentas de ahorros en el Banco de Crédito del Perú, producto de mis ingresos económicos como profesional. Eso es una parte. Y la otra parte son adelantos de utilidades de la empresa. En este momento no puedo precisar los montos exactos.
No solo no recordaba cuánto aportó a las campañas de Keiko Fujimori sino tampoco cuánto gastó en la campaña por su candidatura al Congreso en 2011.
Falta de memoria
-¿Cuánto de dinero invirtió para la campaña de su postulación para el Congreso, de dónde proviene y qué personas aportaron?
-No recuerdo exactamente cuánto de dinero invertí (…) No he recibido apoyo de terceras personas, solamente de mis empresas.
Justamente, la fiscal le pidió a Ramírez remitir la documentación respectiva, pero hasta el momento no recibe nada.
Precisamente, para establecer de dónde provinieron los fondos que abonó a Fuerza Popular, la fiscal María del Pilar Peralta le preguntó al respecto:
-Aparte de la función congresal, ¿desarrolla otras actividades que le permiten obtener ingresos económicos?
-Desarrollo actividades empresariales gerenciando ocho empresas, tales como Lima Ingeniería Construcción, Constructora Inmobiliaria Habitaria, Capricornio Import, Integral Tecnología, Ofisoft.com, Promotora Juan Pablo II, Norgrifos e Inmobiliaria Primavera. Percibo como salario bruto 62 mil soles, además percibo utilidades y renta de primera categoría por alquileres de inmuebles 22 mil 192 soles mensuales, lo que acreditaré en forma oportuna a través de mis abogados.
Desde el 14 de junio que se efectuó el interrogatorio, hasta el día de hoy, Joaquín Ramírez no cumplió con entregar a la fiscal Peralta los documentos que mencionó.
Es más, Ramírez «olvidó» mencionar en la lista de empresas a Mondreu SAC, justamente propietaria del inmueble de la Arequipa 4034, donde funciona el local partidario de Fuerza Popular y cuya dirección es usada por la organización no gubernamental Oportunidades Instituto para el Desarrollo, que fundó Keiko Fujimori.
La fiscal Peralta, por supuesto, no pasó por alto la omisión y le preguntó sobre Mondreu SAC. Ramírez aceptó que era de su propiedad. También dijo que es dueño de la residencia de la calle Bucaré, en Camacho, donde instaló su cuartel general la candidata Keiko Fujimori.
Pero quizá lo más sorprendente fue la respuesta de Joaquín Ramírez dio cuando la fiscal Peralta le preguntó si Fuerza Popular había recibido aportaciones desde el extranjero. El ex secretario general del partido fujimorista declaró que no, al menos durante su mandato. Pero fue una verdad a medias.
Círculo perfecto
La fiscal lo interrogó así:
-¿Durante su ejercicio como secretario general del partido investigado (Fuerza Popular), o durante su vinculación con éste, usted o los principales dirigentes han recepcionado envíos, giro o transferencias de dinero procedentes del extranjero destinados para la organización política?. De ser así, detállelo y documéntelo.
-Que no.
-¿Tiene conocimiento de cuál es la procedencia de los 113 mil 570 soles y 97 mil 964 soles aportados a favor de Fuerza Popular por la persona de Juan Carlos Luna Frisancho?
-No tengo conocimiento de la procedencia de dichas sumas de dinero.
Las mencionadas aportaciones de Juan Carlos Luna fueron registradas efectivamente en 2011, cuando Ramírez no era secretario general de Fuerza Popular. Pero sí ejercía el cargo cuando el mismo personaje aportó a su nombre 260 mil 125 soles, y como administrador de LVF Liberty Institute –constituida por él en el Estado de Delaware–, 220 mil 608 soles, en ambos casos a la campaña de Keiko Fujimori, entre 2014 y 2015. Es decir, en el mandato de Joaquín Ramírez, algo que no mencionó María del Pilar Peralta.
El aportante Juan Carlos Luna es apoderado de la empresa Roster, en Lima, entre cuyos propietarios se encuentra Jaime Yoshiyama Tanaka, antecesor de Joaquín Ramírez en la secretaría general de Fuerza Popular.
A la fiscal especializada en lavado de activos no se le escapó la vinculación entre Juan Carlos Luna y Joaquín Ramírez, así que le preguntó cómo es que se relacionó con el partido de Keiko Fujimori.
-¿Cómo llega al partido Fuerza 2011 (ahora Fuerza Popular)? ¿Qué persona lo invita a participar?
-A través del ingeniero Jaime Yoshiyama, para postular como candidato para el Congreso, a quien conozco por intermedio de un amigo en común.
Todo tiene conexión. (Fuente: La República).